Vida que recibimos y es habitada por Jesús
Cuando hablamos de que Dios se hizo hombre para habitar con nosotros, y no somos capaces de sorprendernos, deberíamos preguntarnos si hemos desactivado el evangelio. E incluso, al mismo Jesús. En ocasiones por la cotidianidad y otras por cultura nos hemos habituado al evangelio desactivándolo, cosificado nuestra fe y vida. Debemos recordar (volver a pasar