Este martes 20 de agosto de 2019 el Superior General de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa SJ participó en la Reunión para la Amistad entre los Pueblos (Meeting per l’amicizia fra i popoli), realizado en la ciudad de Rimini, Italia. Su ponencia tuvo por nombre: Aprender a mirar el mundo a través de los ojos del Papa Francisco.
Su participación estuvo enmarcada en explicar el proceso de discernimiento que se llevó a cabo para promulgar las nuevas cuatro Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús, que son horizontes y orientaciones que guiarán los servicios apostólicos de nuestra misión por un periodo de 10 años (2019-2029).
Durante su participación, el P. General destacó que “la Iglesia dirigida por Francisco está apostando por la educación de los jóvenes, extrayendo de ellos recursos y valores», y a su vez citando a Francisco insistió en que “el futuro de la humanidad pasa de la inclusión social de los pobres. Pero no se hace desde afuera, es una condición para caminar juntos. Debemos acercarnos a los pobres, adquirir su mirada en la vida».
«El discernimiento deriva del sentido de obligación hacia el imperativo de la conciencia, la obediencia a la voluntad de Dios. La libertad y la verdad, la ley y la responsabilidad, la autoridad y la obediencia solo se integran en el discernimiento», abundó el P. Sosa en otro momento del diálogo, en el que hizo hincapié en el “mensaje revolucionario” que Francisco trae a la Iglesia: «Necesitamos conocer íntimamente al Señor que se hizo hombre para mí, para que quien lo ama lo siga».
Luchas internas, cizañas y traiciones en la Iglesia. El superior general de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa Abascal, denunció un complot de los sectores ultraconservadores de la Iglesia contra el papa Francisco y el modelo pastoral que este representa.
«Hay personas, dentro y fuera de la Iglesia, que desean que el papa Francisco renuncie, pero él no lo hará”, dijo el jefe de los jesuitas durante el XL Encuentro de Amistad entre los Pueblos, una popular iniciativa conocida como el Meeting de Rimini que se organiza cada año en Italia.
Sosa Abascal sostuvo que la estrategia de estos conspiradores va más allá del pontificado de Bergoglio: «Creo que la estrategia final de estos sectores no es tanto forzar al papa Francisco a renunciar, cuanto afectar a la elección del próximo pontífice, creando las condiciones para que el siguiente papa no continúe profundizando el camino que Francisco ha indicado y emprendido en su lugar».
Por el contrario, el religioso de origen venezolano consideró que «es esencial que este viaje continúe, de acuerdo con la voluntad de la Iglesia claramente expresada en el Concilio Vaticano II, del cual el papa Francisco es un hijo legítimo y directo».
En su intervención, Sosa Abascal apuntó a la «nostalgia» de la Iglesia europea por «un pasado idealizado, como si la sociedad en Europa fuera una sociedad cristiana perfecta. La gente vive nostálgicamente por un pasado que nunca existió. En Estados Unidos, en cambio, se centran en la inculturación».
«El cristianismo no es una religión íntima, solo se puede vivir en comunidad», aseguró el superior de los jesuitas, quien recordó cómo «el Espíritu Santo nos habla hoy a través de los jóvenes». «Todos estamos llamados a acercarnos a ellos», enfatizó.
«La Iglesia dirigida por Francisco está apostando por la educación de los jóvenes, extrayendo de ellos recursos y valores», explicó Sosa Abascal, que citando al pontífice argentino insistió en que «el futuro de la humanidad pasa de la inclusión social de los pobres. Pero no se hace desde afuera, es una condición para caminar juntos». «Debemos acercarnos a los pobres, adquirir su mirada en la vida», aseveró.
«El discernimiento deriva del sentido de obligación hacia el imperativo de la conciencia, la obediencia a la voluntad de Dios. La libertad y la verdad, la ley y la responsabilidad, la autoridad y la obediencia solo se integran en el discernimiento», señaló en otro momento del diálogo, en el que hizo hincapié en el «mensaje revolucionario» que Bergoglio trae a la Iglesia. «Necesitamos conocer íntimamente al Señor que se hizo hombre para mí, para que quien lo ama lo siga», prosiguió.
«En el discernimiento –abundó– no estamos divididos entre creyentes y no creyentes, entre hombres morales y no morales, entre quienes promueven el bien de todos o quienes siembran miedo y división».
Sobre la secularización de la sociedad, el llamado papa negro manifestó que «si lo leemos como un signo de los tiempos, quizás sea un signo de esperanza y no de desesperación». «La sociedad secular es quizás el nuevo espacio para vivir y difundir nuestra fe», concluyó.
Con información de Religión Digital