Sobre los Ejercicios Espirituales….
Editorial de la Revista JESUITAS DE MÉXICO No.14, 1997
Los Ejercicios Espirituales son una experiencia que inició san Ignacio para ayudar a los demás a encontrarse con un Dios que no está mudo, y que no vive lejos, más arriba de la bóveda celeste. Un encuentro fuerte vivo personal que compromete a quién sigue generosamente esa gimnasia espiritual y que lo lleva a entender y experimentar que Jesús resucitado llama a colaborar con la misión que Él mismo tuvo: dar la Buena Noticia. Son un benéfico terremoto interior.
Mientras Ignacio se restablecía de la herida en la pierna —que le hizo una bala de cañón, durante la defensa de Pamplona ante los franceses— tuvo una serie de experiencias internas que sacudieron enérgicamente su vida y lo fueron llevando a encontrarse con una verdad gozosa: quien está resuelto a oír al Señor, puede escuchar Su voz, llegar a conocer, por medio del discernimiento, la voluntad de Dios y tomar las decisiones importantes siguiendo el impulso del Espíritu.
Esta misma experiencia es la que Ignacio facilita a sus compañeros de estudio cuando les da los ejercicios Espirituales. Todos ellos también encontraron, por medio de estas prácticas, que eran capaces de oír a Dios, que podían crecer en libertad, seguir radicalmente a Cristo, amar a Dios metidos en el mundo, a un Dios que vive, trabaja y ama en el mundo… Desde entonces, los Ejercicios Espirituales, el método que Ignacio describió cuidadosamente, son la base de formación de los jóvenes jesuitas y nuestro ministerio más típico.