La espiritualidad ignaciana en Fratelli Tutti
escrito por Xavier Jeyaraj
4 Diciembre 2020
Traducción de Lluís S. Salinas Roca] Como jesuita y más aún como Secretario para la justicia
social y la ecología de la Compañía de Jesús, he encontrado en Fratelli tutti (FT) una maravillosa
síntesis de la doctrina social del papa Francisco en los últimos siete años y medio. A diferencia
de otras encíclicas que se refieren frecuentemente a santos, a textos bíblicos y a papas y
encíclicas anteriores, esta encíclica se basa en los mensajes, homilías, aportaciones en
encuentros internacionales, escritos, discursos y, especialmente, en la encíclica Laudato si’ (LS)
del propio Francisco. En FT, uno puede encontrar un abanico muy grande de ideas que ayudan a
entrar en el estudio serio, la oración y la reflexión durante días e, incluso, meses.
El papa Francisco hace referencia a cómo le inspiró su encuentro con el gran imán Ahmad AlTayyeb en 2019 y al documento conjunto que elaboraron sobre la fraternidad humana por la paz.
También cita muchos documentos de conferencias episcopales de todo el mundo. Supongo que
esto no solo reconoce el discernimiento realizado por las conferencias episcopales, sino que
también actualiza su invitación a la sinodalidad.
El marco de la encíclica es cristiano pero su enfoque es claramente ecuménico e interreligioso,
invitando al diálogo con total apertura a la verdad y al amor. No obstante, Francisco no pretende
ofrecer una doctrina exhaustiva, solamente abre la puerta para facilitar un diálogo genuino con
todos.
Mi reflexión personal sobre la encíclica FT es como jesuita, y la hago, especialmente, desde la
perspectiva de la espiritualidad ignaciana y la misión jesuita de reconciliación y justicia. El papa
Francisco ha escrito tres encíclicas y cinco exhortaciones apostólicas. Veo una gran conexión
entre estas encíclicas y los documentos de las Congregaciones generales (CG) 35 y 36. Ambas
congregaciones nos llaman a establecer relaciones justas, en una misión de reconciliación
con Dios, con la creación y entre las personas. Lumen fidei, escrita principalmente por el
papa Benedicto, pero firmada por el papa Francisco, y Evangelii gaudium, llaman a la
reconciliación con Dios y a una estrecha relación personal con Jesús. Laudato si’ invita a la
reconciliación con la creación, y Fratelli tutti nos orienta hacia la reconciliación con los demás,
como hermanos y hermanas. También podemos ver una tremenda (e íntima) conexión con las
cuatro Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús (mostrar el camino hacia
Dios, caminar con los marginados, con los jóvenes y el cuidado de nuestra casa común). Las
tres encíclicas confirman nuestra desafiante misión.
En cuanto a FT, ¿hay algo de la Espiritualidad Ignaciana que se vea reflejado en la encíclica? En
mi opinión, sí. En esta encíclica se puede ver claramente el vínculo con los Ejercicios
Espirituales y con el método del «ver, juzgar y actuar».
Desde la perspectiva de los ejercicios espirituales
El primer capítulo de FT, titulado «Las sombras de un mundo cerrado», me llevó a la
Contemplación de la encarnación, donde la Trinidad mira hacia la tierra. Ella ve lo que está
pasando. No se trata simplemente de ver, sino de aplicar claramente los cinco sentidos de ver,
oír, tocar, oler y gustar. El primer capítulo establece el marco en el que se desarrolla FT.
Identifica las luces y las sombras, los desafíos y las oportunidades. Presenta la realidad como la
ve el papa Francisco, el Vicario de Cristo. Él ve el mundo como un mundo fragmentado,
derrumbado, sin ninguna hoja de ruta común, sin atención a la dignidad humana y sin respeto
por los demás, especialmente los pobres. Al mismo tiempo, percibe tal abundancia de recursos,
conocimientos científicos y técnicos y sabiduría humana que está convencido de que el mundo
puede resolver estos problemas y dar nueva esperanza, amor y anhelos. Esto lo ve
particularmente en las acciones solidarias que tanta gente está haciendo durante el tiempo de la
COVID-19.
La Contemplación de la encarnación termina con la decisión de la Trinidad de enviar a Jesús a la
tierra y ese fue el momento decisivo para la liberación y la salvación de la humanidad y el resto
de la creación. El segundo capítulo de FT, a través de la parábola del Buen samaritano, se
convierte en el fundamento teológico y el momento decisivo de la encíclica.
Los capítulos tres, cuatro y cinco, se pueden comparar con la segunda y tercera semana de los
Ejercicios, cuando podemos contemplar la vida de Jesús. Estos capítulos hablan de la creación
de un mundo abierto. Un mundo no cerrado, no exclusivo, no centrado en uno mismo, sino un
mundo inclusivo, basado en el amor universal, la compasión, la igualdad y la solidaridad.
Un mundo en el que el límite no es el mundo abierto para todos, sino que la apertura llega hasta
el corazón. Esto está claramente articulado en el capítulo cuatro, que Francisco titula «Un
corazón abierto al mundo entero». En este, Francisco defiende los principios morales y éticos del
amor, la justicia, el deseo de aprender y apreciarse mutuamente para establecer buenas
relaciones con los demás. No en vano, al igual que Jesús criticó abiertamente a los gobernantes
injustos, a los fariseos y a los saduceos, FT también critica las estructuras políticas y económicas
actuales y determinados estilos de liderazgo.
Desde mi punto de vista, los capítulos seis, siete y ocho son una invitación a que todo el mundo
experimente la resurrección y a una renovación personal y de la humanidad en general. FT habla
de una sociedad que a) dialoga con los demás, independientemente de su origen, nacimiento,
nacionalidad, raza, color, etc., b) construye puentes, incluso con aquellos que no están de
acuerdo con uno mismo, y c) crea una nueva cultura basada en la verdad, el perdón, el amor y la
paz. El capítulo ocho, termina emplazándonos, como en la Contemplación para alcanzar amor de
los Ejercicios Espirituales, a vivir esto plenamente. FT apela a las religiones a estar al servicio de
la humanidad en el mundo y ora al Creador por ese nuevo mundo.
Esto puede parecer un resumen muy simplista de la encíclica, pero como jesuita involucrado en
el ministerio de la justicia social y la ecología, lo encuentro muy útil. Espero que también sea útil
para vosotros.
Por otro lado, la encíclica invita al enfoque del ver-juzgar-actuar. Sin embargo,
probablemente sería mejor hablar de ver, discernir y comprometerse, en lugar de ver, juzgar
y actuar. En primer lugar, el ver debe hacerse mediante la aplicación de los cinco sentidos. A
continuación, se trata de discernir y no simplemente juzgar con nuestra facultad mental. En
tercer lugar, está el compromiso y no simplemente el hacer cosas o tener muchas actividades y
programas. Este compromiso debe surgir a través de un discernimiento colectivo. FT presenta
este enfoque con bastante claridad.
Al comienzo del primer capítulo, en los puntos 10-12, el papa Francisco habla de «sueños rotos»
y en el último capítulo habla del sueño colectivo para un mundo mejor. La encíclica pasa de un
sueño destrozado a un sueño colectivo para construir un nuevo cielo y una nueva tierra, una
realidad que no está centrada en el individuo, en la que todas las personas son iguales:
peregrinas y compañeras de viaje.
Por último, pienso en lo que me hubiera gustado escuchar del papa Francisco en FT. Hubo
muchas críticas sobre el título «Fratelli», particularmente desde los países de habla inglesa.
Personalmente, no tengo dificultad en que el título sea Fratelli Tutti, sabiendo que esta frase es
una cita directa de san Francisco de Asís y, por lo tanto, mantener el título para mí es totalmente
acertado, pero quizá…
Todos sabemos que el papa Francisco es muy sensible y ha reflejado los sufrimientos y las
voces de las mujeres en muchos de sus discursos y homilías. Las ha escuchado atentamente en
varias ocasiones, y también ha incluido a mujeres dentro de las estructuras de poder en el
Vaticano. Dada su sensibilidad y profunda comprensión de los temas relacionados con las
injusticias cometidas contra las mujeres en el mundo y en la Iglesia, me hubiera gustado ver un
capítulo dedicado a las mujeres, que constituyen la mitad de la humanidad en el mundo.
Me falta este aspecto en esta encíclica social para que se ajuste plenamente al tiempo que
vivimos. Mi esperanza es que salga un documento centrado especialmente en las mujeres y su
papel en la Iglesia.
No obstante, no quiero que este punto sobre las mujeres eclipse las muchas cosas maravillosas
que están escritas en la encíclica. De hecho, yo diría que FT es un documento determinante, que
reafirma todos los decretos jesuitas y los documentos sociales de la Compañía de Jesús, que
han llegado particularmente después de la CG 32 con la invitación a trabajar al servicio de la fe y
la promoción de la justicia, la opción por los pobres y, más específicamente en los últimos
tiempos, sobre el establecimiento de relaciones de reconciliación y justicia con Dios, la creación
y las personas.
https://blog.cristianismeijusticia.net/2020/12/04/la-espiritualidad-ignaciana-en-fratelli-tutt